Malaguas

"Venha pra perto de mim E veja como eu estou só Senta e olha pro chão A culpa não foi de ninguém, não, não Ah, tô aprendendo a viver sem você Sei que o dia raiou para mim Mas pra você tanto fez Sei que não vou mudar, sou assim Para você sou mais um Ah, tô aprendendo a viver sem você Ah, tô aprendendo e não quero aprender"
Entro a la oficina y miro a Oliveiro platicando con la muerte, repitiendo sus poemas una y otra vez hasta que le dieran un par de monedas o le invitaran un asado. Cansado.¡Sí! Cansado de usar un solo brazo, dos labios, veinte dedos,no sé cuántas palabras,no sé cuántos recuerdos,grisáceos,fragmentarios.

De nuevo empieza el musak que nos marca el ritmo tintineante de la pantalla, ocho horas y Oliveiro no se calla, sigue hablando con la muerte, se acerca, es mi turno y no me dice nada, sé que lleva dias sin conseguir un cuarto de hotel donde asearse, bajo su brazo lleva un tren eléctrico y me deja un papel con un texto en portugues.....lo leeré frente al botiquín de mi cuarto y las pastillas contra la cal.