Malaguas

Aún siento mis pasos maravillados por la Rambla, por la cantidad de idiomas que escucho, por pasar desapercibido entre tanta gente que es ajena a esa tierra, somos tan ajenos que nos volvemos propios. La belleza de una vendedora de flores es maravillante, un kiosko que tanto vende revistas del corazón, como antologías de Borges me deja sin aliento, arte, gente, sueños, migrantes, propios, extraños, un mcdonalds, una rumba, un veracruzano tocando música andina para sobrevivir.
Al día siguiente ha pasado la resaca, aún duele el estomago, preguntas en dónde estuviste y sabes que en La Oveja Negra, has bebido tan lejos de tú cantina, para hacer lo mismo, para olvidar, para pasar desapercibido entre tanta fiesta, entre tanto extraño que tal vez sufre igual o peor que tú.
¿En qué momento la Rambla comenzó a oler a su aliento?

Las gotas de lluvia no cesan, parece llover en sentido distinto a como llueve en América, aquí parece que la alegría viene con la lluvia, "Donde o Ceo e sempre gris", se habla una lengua diferente, pisas una tierra distinta, pero a cada paso ese sitio se hace tuyo, eres parte de ello.
¿En qué mmomento Obradoiro sabe a su sexo?

Llegas a la que crees que es tú tierra, dejas de ser habitante del mundo para tener un nombre y un acento común, comienzo a ser música y su piel sigue marcando el curso de las notas.
¿En qué momento fue que tú imagen compró mis letras?

... aún sigo pensando que el cigarro se consume pensando en tí.